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Pienso, luego existo

Instante

Me pierdo en tus ojos azules, pequeños, pero grandes para mi corazón. Rasgos marcados, belleza pálida. ¡Abrázame! Tus grandes y musculosos brazos me rodean. El sol nos descubre sentados en la arena. La brisa siente celos, quiere separarnos. Nos despeina el pelo, pero no consigue más.

Me acaricias la mejilla. Cierro los ojos y me dejo llevar. El ruido del mar habla por nosotros. Dulce melodía que nos acompaña. Intenso olor a sal. Humedad que nos envuelve.

El sol quiere darnos intimidad. Se pierde en el horizonte. Me susurras algo al oído. Sonrío. Nunca me había sentido mejor en mi vida. No hay problemas, no hay dolor, no hay penas. Solos tú y yo.

Giras mi cara, buscas mis labios. Besos, sin prisa, el tiempo no nos vigila, a nosotros no, somos privilegiados. Tanto que decirnos y sin embargo no hablamos. Nuestros sentidos llevan la conversación más allá de las palabras. Nos sentimos, nos olemos, nos respiramos, nos miramos, escuchamos nuestro silencio.

¿Habrá algo más bonito que este instante? Creo que sí, si tú estás a mi lado podremos crear miles de momentos como este y cuando la pasión se vaya, el recuerdo nos mantendrá vivos.

1 comentario

Maribel -

Me ha gustado mucho ;-)Escribes muy bien. Besos.