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Pienso, luego existo

Oscuridad

¿Qué es lo q siento? ¿Qué sentimiento está anclado en mi pecho?
Me lo pregunto.
No hay respuesta.

Me apetecería cometer una locura, ahora, en la oscuridad, sin que nadie me viese, sin que nadie lo supiese. Sólo él. ¿Dónde está él?

Lo quiero. Sólo para mí. Tengo ganas de verle ahí, sonriendo, quieto, mirándome, sus ojos sólo para mí, para verme. Sí, soy egoísta, siento celos de las cosas en las que clava sus preciosos ojos, sí, sólo lo quiero para mí.

Esta noche le extraño. Le busco. Hago un esfuerzo por dejar de pensar en él. Pero no puedo. Quiero ver su torso, ancho, musculoso. Sus brazos fuertes me querrán coger, pero huyo, aunque en vez de huir me acerco más a él. Le abrazo, siento su corazón latir.

Calor.
Vida.
Deseo.

¿Está aquí? ¿O es sólo mi imaginación? Más preguntas. Sin respuesta, como siempre.

Le quiero, da igual donde esté. En mi mente y en mi corazón siempre va. No consigo echarle, ni siquiera un segundo.

Me paro. Pienso. Sí, oscuridad, sólo oscuridad.

¿Una luz? ¡No puede ser!

¡Sí! ¡Ya lo sé! ¡Lo entendí! Ahora estoy mejor.

Él está pensando en mí. Me devuelve el pensamiento. Ya puedo dormir. Él me vela toda la noche. Primero con su recuerdo, luego con sus sueños.

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