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Pienso, luego existo

Mi minifanfic

Hace mucho que no escribo por aquí y la verdad es que no estoy nada inspirada últimamente, así que lo que voy a hacer es copiar el minific que escribí para un concurso de unos dvds de Buffy, que por cierto no gané, jajaja.

SPIKE

El pálido vampirito daba vueltas por su cripta, las mismas q daban sus ideas en su cabeza, que chocaban una y otra vez contra ese estúpido chip q le habían implantado en el cerebro. Se repetía hasta la saciedad que lo que le ocurría no era verdad, era todo una alucinación que le perseguía sin darle tregua.

¿Amor? ¿Quién inventó esa palabra? Esa pequeña pero a la vez tan compleja palabra, ese sentimiento que te lo puede dar todo y a la vez quitártelo de la forma más dolorosa, ese veneno que te recorre de arriba abajo y que se extiende por cada parte de tu cuerpo. Todo esto le había acompañado desde los principios de su existencia, siendo más poderoso incluso que su fuerza sobrenatural de vampiro. Amor a su madre, siempre el niño de mamá, siempre protegido por esa representación maternal que le apartaba del mundo y le hacía ver todo de otra forma, de la forma equivocada. Amor humano, nunca correspondido, por el que sufrió, lloró y lo dio todo, hasta tal punto que su desesperación le llevó a dar lo más preciado que tenía, su vida. Amor oscuro, ese amor hacia su creadora, su eterna madre. La cabeza de ella no estaba bien, pero él la amaba con toda su alma, sí alma, a pesar de no tenerla siempre dio muestras de sentimientos tan humanos como el amor. Quería proteger a Dru, siempre caprichosa, pero él siempre la consentía. Amor a la muerte, la muerte de humanos, esos indefensos seres que le parecían inaguantables y los veía como simples marionetas. Él era libre en una cárcel de amor, pero no se daba cuenta. Y ahora ella, sus ansias por matarla se habían convertido en ansias por tenerla y quererla.

¿Podía caer más bajo? El gran William “El sangriento” incapaz de matar a la nueva cazadora y para colmo enamorado de ella. Su sarcasmo, hasta el momento, daba resultados para ocultar esos deseos de besarla y decirle lo que sentía, pero no podía aguantar más. Esto era más doloroso q cualquier descarga que pudiese recibir de su compañero de cerebro. Él era un vampiro..., vale, Ángel también, pero éste venía con alma en el pack de inmortalidad, y él sólo tenía un chip. Si es q sonaba hasta ridículo: “tengo un chip”..., odioso, comparado con: “tengo alma”..., deprimente. Sabía que Buffy no podría verle de otra forma, aunque se sentía bien sabiendo que ella nunca le clavaría una estaca, por lo menos de momento, al final le sacaba una ventaja al chip: “Ángel, jódete”.

Cogió su abrigo negro y salió a fumarse un cigarro mientras daba un paseo por el cementerio. Se puso a silbar, luego tarareaba una canción y... le apetecía ¿cantar? Sí, definitivamente era el chip el que tenía la culpa de todo, sin lugar a dudas.

Se apoyó en una lápida y contempló el cielo, oscuridad, siempre oscuridad. Estaba condenado a esa palabra. Cada vez se daba más cuenta de que los vampiros no eran libres. Cuando sales de tu tumba te sientes poderoso, crees que tienes el dominio de todo, hasta q llega Buffy... ¿Buffy? “Mierda, ya viene con su risa absurda y su asqueroso pelo”.

Buffy: ¿Qué tal Spike, disfrutando de la compañía de los muertos?- soltó una pequeña risilla.

Cómo era posible que la odiase tanto y a la vez la amase sin límites.

Spike: Sí, ellos por lo menos no pueden incordiarme con comentarios absurdos.

Tiró la colilla del cigarro y se dispuso a seguir a Buffy. ¿Por qué demonios no podía dejar de mirarla?

Iban los dos andando con pasos largos y lentos, acompañados por la presencia del otro, pero no hablaban. Entre ellos las conversaciones no eran muy habituales, así que simplemente se oían y se sentían seguros teniéndose al lado.

En ese mismo momento, un vampiro salió de su tumba y Buffy sin casi mirarle, le clavó su estaca.

Buffy: Cazar vampiros ya no es lo que era.

Spike: Beber sangre tampoco, antes podía servirme directamente del envase, pero ahora me conformo con las sobras de una sangre de segunda.

Seguían caminando por el cementerio, la niebla lo volvía todo más misterioso. A Spike le hubiese gustado llevar a cabo uno de sus múltiples sueños con la Cazadora. Cogerla fuertemente de la cintura y besarla hasta agotar sus fuerzas.

Buffy: ¿Tramando algún estúpido plan?

Spike: ¿Decías algo, amor?

Buffy: Lo que faltaba, ahora me llamas amor. Pues ya puedes dejar de llamarme así si no quieres tener un accidente con este bonito trozo de madera.

No aguantaba más. Se dio la vuelta y se marchó a su cripta.

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